Cuando Cumplí mis 23 años....

23 años, me acuerdo cuando solo pisaba mi segunda década.. que decís... pahh mira cuando tenga  veinte y pico de años, que será de mi?, me habré casado, tendré mi familia? Mi casa? Un buen trabajo?. Que hermosa  que es la inocencia, y que tramposa a la vez! El destino como madre de toda inocencia me demuestra una vez mas que no todo es como uno se lo imagina…

Hoy en dia… tengo un trabajo, no es el que uno quisiera pero empleo al fin…. No me case, no tengo mi familia formada, y mi rumbo cambio completamente de un dia al otro de repente, y me encuentro en las mismas preguntas… Cuando tenga treinta y pico cuarenta.. que será de mi.. el destino. Tendré mi familia, mmmm me parece que no. Tendré un buen trabajo? No lo se…  Seguiré haciendo lo que hago? lo dudo, y ahí es cuando uno se da cuenta que la inocencia perdura por los siglos de los siglos en las personas…

Ese mundo lleno de fabulas, deseos, proyectos, que en si nunca dejan de ser proyectos si no encuentras quien te empuje o te tienda una mano, ese mundo donde te encuentras dentro de millones de redes sociales en las cuales, en cada una de ellas, consideras que tienes un amigo, o al menos un conocido por conocer… y al final son pocas las ramas o poco el contenido de estas. El despertar y decir; “bueno hoy… con todoooo” “toda la energía” todas las ganas, quiero hacer esto, no voy a hacer esto, todo el esfuerzo, todo el cansancio, todo el entusiasmo y al fin toda lo mismo de lo mismo. En un Mundo donde lamentablemente sos lo que te hacen o lo que no quisieras ser.

 Una guerra continua donde solo gana quien no se revienta la cabeza mas de 3 veces en columnas, quien logra pasar invicto y la vida le riega una lluvia de caminos y oportunidades por doquier. Una sociedad muy egoísta, donde salpican miradas de costado y puñetazos por detrás, Donde cada vez mas se pierde la confianza sobre uno, y tienes que mantenerte al tanto de la situación, o de la actualidad o de la importancia del tener o ser alguien, infimo pero grande para donde te encuentres.

 Después de haberme estrellado miles de veces con obstáculos, quiero empaparme de esas grandes tormentas, quiero secarme de esas miradas, quiero ser el que siempre fui ese inocente de tan solo 10 años , asi me siga reventando la cabeza, y por supuesto quiero luchar por lo que mas quiero, mi felicidad y la de los míos.